So much better...

Bien, ahora me siento mucho mejor. Aún hay un montón de cosas que se me hacen imposibles de expresar... pero bueno, a respirar hondo, contar hasta 10 y avanzar, lento pero seguro :)


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Te encuentras en la orilla de un empinado risco, a la sombra de un árbol, envuelto por la calidez del sol, que pasa sus rayos a través de incontables nubes. Has estado confinado durante largo tiempo en ese lugar, sin preocupaciones, pues tú mismo decidiste que querías estar ahí, en la seguridad de un mundo inalcanzable para el resto.

Hasta que un día sientes un golpe dentro de tu pecho, una mezcla de sentimientos que habías olvidado, algo que te hace mirar hacia el horizonte, hacia una espesa niebla que rodea tu perfecto mundo de calma. Hay algo en esa dirección, una mano invisible que te llama, que trata con todas sus fuerzas de ser algo más que una presencia. Pero para ti es imposible aún escuchar su voz, pues para hacerlo debes acercarte, debes adentrarte en aquella bruma. Tienes que volver al lugar de dónde una vez arrancaste...

No hay salida a la vista, pues te encargaste de cortar todos los puentes, aunque tienes el poder de crear nuevos, lo sabes… y tan bien como lo sabes, lo temes.

Entre los recuerdos sólo tienes como referencia que debes seguir siempre al frente, te aventuras a pararte en la orilla, con una extraña sensación, mezcla de embelesamiento y pánico. El viento corre frío y agradable. Pero al bajar la vista te paralizas...

"Más confianza"

Debes caminar sobre el vacío, a cada paso que das se construirá una pequeña baldosa... da miedo, el primer paso lo das casi temblando, sin atreverte a mirar hacia abajo. Luego, cuando sientes que tu pie pisa una superficie, te animas a continuar.

Sin duda una ráfaga de viento te sacudirá, te verás obligado a mirar abajo y perderás toda la seguridad, y junto con ella tus pasos flaquearán, y la superficie en la que estás parado se tornará inestable... Puede que en esos momentos sólo quieras devolverte corriendo a tierra firme, pensando que no es tan malo quedarse en ese lado después de todo. Sin miedo, sin riesgos, sin cambios. En la monotonía que vivías siempre. Dónde estabas bien...

Y descubrirás con horror que ya no puedes devolverte, no hay camino, no es una posibilidad... Y sólo queda seguir avanzando, cerrar los ojos y armarte de valor. Das un paso firme y sigues hacia delante. Puede que aún después de mucho andar la bruma no se disperse, puede que luego vengan ráfagas de viento mucho peores, incluso puede que te caigas en un momento dado... Pero en tu interior sabes que lo que hay del otro lado es mucho mejor, porque a cada paso que te acercas hacia la presencia que te llama, tu corazón se hincha con un sentimiento grato, una emoción contenida, sabes que vale la pena. Y si caes, tienes la convicción de que de una u otra manera saldrás adelante ¿quién sabe? puede que en tu espalda guardes unas alas, pequeñas, blancas y hermosas, desarrollándose, a la espera de que tengas completa seguridad y confianza de poder volar...